Con 648 m, es el punto de mayor altitud de Baiona y forma parte de la sierra de su mismo nombre. Desde su mirador de O Cortelliño se contempla una panorámica impresionante de las Rías Baixas.
Su altura y a la vez proximidad al mar lo han dotado de una vegetación y en consecuencia también de una fauna muy singulares. Abundan los pinos y los exóticos eucaliptos. También el tojo y el brezo, por entre los que pastan numerosos caballos salvajes como los retratados en varios petroglifos esparcidos por la cumbre. ¿Cómo era todo este territorio cuando se grabaron esas marcas en la piedra? ¿Como ha evolucionado desde entonces, y sobre todo en tiempos recientes...?



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